Durante los últimos 10 años, Chile ha debido enfrentar 13 procesos de reconstrucción importantes, la mayoría localizados en la costa donde se desarrollan las principales áreas metropolitanas del país. En este contexto, destaca el terremoto y tsunami del Maule (2010), el cual ha producido el mayor costo económico hasta la fecha. Este último evento generó daños en la costa chilena a lo largo de 600 km costando la vida a 500 personas. A este evento se suman los terremotos de Pisagua (2014) y de Illapel (2015), los aluviones de Chañaral en 2015 y 2017 en el norte de Chile, el desborde el río Biobío en 2006, la erupción del volcán Chaitén en 2008 y eventos extremos más recientes como las marejadas, meteotsunamis, trombas marinas y huracanes.
A través de distintas investigaciones, se ha avanzado en el conocimiento de los factores de amenaza y vulnerabilidad en el país, lo cual permite reflexionar sobre cómo estas lecciones han sido aplicadas a las políticas públicas, si se reducido efectivamente el riesgo de desastres en el país a través de los procesos de reconstrucción aplicados o si estamos preparados para enfrentar nuevos eventos de similares características. Esta reflexión de cara a conocer la experiencia chilena, se espera pueda compararse con otras experiencias de reconstrucción post desastre en América Latina.